Policiales de Dalton van mejorando relaciones con hispanohablantes

Officer Osvaldo "Ozzie" Sicairos poses at his desk at the City of Dalton Police Services Center on Thursday, March 29, 2018 in Dalton, Ga. Sicairos runs the Spanish-language Facebook page for the Dalton Police Department.
Officer Osvaldo "Ozzie" Sicairos poses at his desk at the City of Dalton Police Services Center on Thursday, March 29, 2018 in Dalton, Ga. Sicairos runs the Spanish-language Facebook page for the Dalton Police Department.

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El Departamento de Policía de Dalton (Georgia), no siempre ha tenido una buena relación con la comunidad latina, aunque recientemente ha mejorado algo, dicen quienes viven allí.

Conocida extraoficialmente como "capital mundial de las alfombras", la industria de tejeduría de alfombras en Dalton atrajo a inmigrantes latinos desde la década de 1980. Casi cuatro décadas después, los hispanohablantes constituyen casi el 47% de la población de Dalton.

A través de los años, una sensación de miedo ha penetrado en la comunidad latina. Un miedo que surgió de la creencia de que los policías paraban a latinos injustificadamente, incluso por pequeñas faltas. Establecían controles de ruta en áreas de alta concentración de latinos, y fue algo que contribuyó a aumentar la inquietud, declaró América Gruner, presidenta de la Coalición de Líderes Latinos de Dalton.

La policía adujo que los controles de ruta se hacen para chequear el uso de cinturones de seguridad y verificar que los conductores no vayan ebrios. En Georgia conducir sin licencia significa arresto automático. Y como los inmigrantes indocumentados no pueden obtener licencia de conducir, en caso de ser detenidos, son enviados directamente a la cárcel del condado de Whitfield, donde funcionarios de inmigración y control de aduanas pueden proceder a su deportación.

"La policía no entiende que hay una conexión entre detención y deportación", dijo Gruner en inglés. "Ellos decían: 'No deportamos a nadie'. Y nosotros les respondimos: "No lo están haciendo de manera directa, pero es parte de la conexión para que la gente sea deportada'".

"La gente tenía miedo," dijo Gruner.

Laura Díaz, quien trabaja en una tienda de ropa deportiva, Deportes Morelia, es ciudadana estadounidense que ha vivido en Dalton toda su vida.

Cuando era más joven, su padre la llevaba en carro a ella y a sus hermanos porque tenía licencia; no así su madre. Pero tras la separación de sus padres, la madre no pudo utilizar el carro.

"Hacíamos un gran esfuerzo", dijo Díaz en inglés. "Usábamos taxis todo el tiempo, y cuando eres adolescente da vergüenza ir a una fiesta o al centro comercial en taxi. Pero agradezco a mi mamá por lo poco que nos pudo dar".

Cuando tenía más o menos diez años, Díaz dijo que su mamá fue arrestada por manejar sin licencia.

"Nuestro mundo entero se vino abajo para mí y mis hermanos", añade Díaz.

Nueve años después su mamá logró tener la residencia, aunque no sin lucha.

"Los estadounidenses no entienden eso", continúa. "Dicen: 'regrésate a tu país'. O "si quieres papeles, solicítalos'. Eso toma mucho tiempo y dinero".

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En años recientes los polémicos controles de ruta y la percepción de la comunidad latina sobre policía de Dalton ha comenzado a mejorar, dijo Gruner.

El departamento de policía y el alcalde de Dalton tuvieron varios encuentros comunitarios para escuchar las preocupaciones de la inmigración. Escucharon a las personas para saber cómo se sentían y el dolor que estaban pasando, dijo Gruner.

Al principio la situación fue muy tensa, añadió Gruner.

"Ellos no confiaban en nosotros y nosotros no confiábamos en ellos," dijo Gruner. "Pero poco a poco ha ido cambiando. Ha tomado mucho tiempo para que entendieran que nosotros también somos parte de la comunidad. Mucha gente todavía recuerda lo que sucedió en años anteriores".

Eduardo Guerrero de Librería Buenas Nuevas, afirmó que estaba de acuerdo.

"Ha mejorado", dijo Guerrero. "La policía se portaba mal con los latinos Pero desde hace como tres años ya no hacen esas cosas."

Guerrero recordaba un tiempo en que parecía que la policía paraba a los latinos por "cualquier cosita", como pasarte un semáforo o no usar el intermitente. Pero dice que ahora la policía parece perseguir solo a los que hacen mal las cosas.

En 2016, se realizaron tres controles de ruta. Dos fueron ejecutados el mismo día. Y el año pasado, la policía de Dalton no realizó ningún control de ruta, dijo el portavoz de la policía Bruce Frazier.

El departamento de policía ha estado implementando nuevos programas e iniciativas para llegar a la comunidad latina que sigue creciendo.

El año pasado, el departamento organizó una academia de policía de latinos para tratar con hispanohablantes. Y a principios de este año, lanzaron una página de facebook en español.

Frazier dijo que los policías se comunican con hispanohablantes docenas de veces al día y que el departamento ha contratado más policías bilingües. Ahora emplean a cuatro policías latinos en su equipo de más de 80 efectivos.

Cada policía puede hablar español por lo menos en un nivel de emergencia, dijo Frazier. "Pueden decir frases básicas, como '¿Dónde estás herido?'. Cosas así".

Gruner dijo también que la policía es más visible ahora.

Osvaldo "Ozzie" Sicairos visita a varias tiendas latinas cuando está de servicio para conocer a los dueños de los locales.

Guerrero dice que la gente todavía se pone nerviosa cuando pasa un policía, especialmente si se trata de un indocumentado, o debido a su experiencia con la corrupción policial en sus países de origen.

Kevin Rosales ha estado ayudando a sus padres en su tienda panadería Centromex. Dijo que un día la tienda estaba llena de gente hasta que un policía se estacionó en la puerta.

"No entraron clientes hasta que se fue el policía", dijo Rosales en inglés. "Lo juro. La gente seguían manejando. Se asustan".

Ese temor puede hacer que no se denuncien algunos delitos, dice la policía.

"Uno de los mensajes que tratamos de comunicar a la gente es que si usted ha sido victima de un delito y denuncia ese delito, el policía no te va a pedir tus papeles", dijo Frazier.

Sicairos dijo que ha visto casos así.

"En cada tienda que entro, pregunto, 'Hola, ¿alguna vez les han robado un galón de leche?' 'Si, todo el tiempo", dijo Sicairos. "Yo les digo, 'Wow. ¿Por qué nunca he venido a tomar nota de la denuncia?' 'Ah, tú sabes. Uno se siente mal.' O, 'No quiero tener a la policía acá todo el tiempo.'"

Sicairos sostiene que otra razón por la que los delitos no se denuncian es porque llamar al 911 puede ser intimidante. Según él, los hispanohablantes se ponen nerviosos, o les da miedo que la policía llegue y comience a hacerles preguntas en un idioma que no pueden entender.

"Puedes llamar al 911", les dice. "Los oficiales tienen un servicio de traductor si no hay alguien que puede hablar español, y pueden averiguar que es lo que necesitas, y nosotros vamos a ayudarte. Tratamos de fomentar esa relación porque ellos casi nunca buscan ayuda, solo cuando alguien se está muriendo".

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Durante varias semanas en el mes de marzo, Gruner y otros lideres de la comunidad en Dalton y a través del estado fueron reuniendo firmas para una petición dirigida a oponerse a una propuesta de ley presentada en la Casa de Representantes de Georgia.

La propuesta, llamada END Act que significa "Ensuring Necessary Deportations" (Asegurar Deportaciones Necesarias), también conocida como Ley SB452, hubiera requerido que la policía local notificara a los fiscales si sabían que un sospechoso estaba en el país ilegalmente. También hubiera requerido que los tribunales determinaran si un sospechoso estaba en el país sin permiso y que se avisara al Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU. al momento de dictar sentencia.

La propuesta se canceló al finalizar la sesión legislativa, pero Frazier dijo que, si se hubiera convertido en ley, el departamento de policía hubiese tenido que hacerla cumplir.

"No podemos elegir qué leyes vamos a hacer cumplir o no," dijo. "Nuestro trabajo es hacer cumplir las leyes y ordenanzas aprobadas por los funcionarios electos".

Gruner dijo que la relación entre el departamento de policía y la comunidad latina tiene que seguir mejorando, y la mejor manera de hacerlo es que ambos entiendan que viven en la misma comunidad.

"El clima político es realmente negativo para los inmigrantes en este momento", dijo. "Pero recuerda que [con las leyes,] incluso a nivel federal o estatal, al final, todos vivimos en Dalton y necesitamos encontrar maneras para vivir juntos".

Pongase en contacto con reportera Rosana Hughes por correo electrónico a rhughes@timesfreepress.com o al 423-757-6327. Siguela en Twitter @HughesRosana.

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